jueves, 22 de abril de 2010

la primera canción

Este blog es para contar historias, mi historia.
Hace apenas unos días, alguien (sospecho que ambos queremos profundizar en su conocimiento) te dijo “eso debes escribirlo”, y mira por donde esa también es mi vida.
A si que:
Querida Isabel, nuestra historia está escrita, al menos desde mi punto de vista, aquí abajo. Con altibajos y puntualizaciones, que hay alguien que no se calla ni debajo el agua, eso dalo por seguro.
Y a ti: quiero que sepas que no cambio ni una coma de lo que escribí, y que lo siento igual, igual de intenso, y con la misma esperanza.
A fin de cuentas, ¿quien puede decir como yo que esta viviendo un sueño?



Balbuceos del hombre que se asomó a tu mano
desde la claridad que tu bata pintaba,
la primera canción, el primer paso,
mientras moría la calma del verano,
Hacia el verano siempre regresaba,
volver sobre las sombras del ocaso
demasiado fracaso
y demasiada vida
con la llama extinguida.
Allí tú, envuelta en la ternura,
con la sutil blancura
que da la soledad de la paciencia
entre virtud y ciencia
y un poso de amargura.

Sobre ese cuerpecillo transparente
dos simas de metal, dos manantiales,
la primera canción, el primer verso
del dolor del poema de la gente
y restos de los restos naturales.
Fui el primer converso,
anverso sin reverso,
hacia la llama fría
de mi patología.
Una lágrima seca,
unos ojos heridos, una peca,
recetas sin la tinta de la suerte
para quienes volvimos de la muerte
con la muerte reseca.

Palabras como golpes de martillo
sobre el negro del cielo,
la primera canción, el primer sueño
sobre el blanco impecable del bolsillo
de la bata que dejas en el suelo
con un pueril empeño,
sin arrugar el ceño
y caer a mi altura.
Con toda la hermosura
que da la cercanía,
siempre tuya y tan mía
y siempre tan en calma
Tiritas para el alma
de mi alma en agonía.

Los círculos que cierro con las manos
y que abro lentamente,
la primera canción, la primera mirada,
me quedan tan cercanos
tan llenos...., tan presente
nuestra conversación emocionada
vivida, deseada
lo que dije y dijiste
y viendo lo que viste
calzando sobre mi lo que percibo,
decidí sobre ti que mejor vivo,
tan vivo como triste.

Jamás se levantó una marejada
de semejante altura
la primera canción, canción interna
escondida, callada
con la quietud segura
y la mirada eterna.
El corazón gobierna
lo que los pensamientos te deniegan
las razones no llegan
a entender los caminos
del alma y su alrededores
La primera canción del corazón
que llena de razón la sinrazón
y el mundo de colores.

Hoy canto en ti, canción primera
que escapa de mi boca
desde el labio caliente de lo mío
valiente, verdadera.
Sobre mi se coloca
en paz el desvario.
Ardor y escalofrío,
torrente que me arrastra hacia la nada
del todo que supone tu llamada
y tu contacto.
En este mismo acto
me declaro cantor enajenado
de todo lo que en mi dejas hallado
y del dulce consuelo de tu tacto

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